El silencio es la ausencia total de los sonidos.
Sin embargo, así como no hay noche totalmente negra (aunque, la noche es la ausencia de luz) porque hay luna, estrellas y hasta cometas; tampoco, puede haber un momento de SILENCIO absoluto.
Reflexiona un momento en esto; hoy en día, a lo mejor en algún pueblo lejano, en la parte más "profunda" del mar, en la montaña más alta . . . . siempre existirá el chisquido de algún insecto, el movimiento de las olas, el silvar del aire;
pero en ese momento, el silencio nos ayuda a reflexionar para tener mas claridad de nuestros actos.
Es preciso perderse de vez en cuando en el silencio para empezar a escuchar,
El silencio tiene un valor (y estar solo también) que nos indica muchas veces el momento de actuar, el lugar en el que nos encontramos y hacia donde debemos de ir.
Nos deja marca de la huella de la ausencia . . .
nos lleva a una nueva dimensión . . . .
y muchas veces a un estado de decisión que nos produce
cierta tranquilidad.
Existe una dualidad entre el sonido y el silencio; no se trata de elegir, se trata de prestar atención al silencio interior,
SILENCIO INTERIOR . . . .
. . . . SILENCIO INTERIOR
que nos libera de la memoria, de las emociones, de los pensamientos y que actúa el centro de nuestro ser, en el ahora.
es prestar atención al silencio de uno mismo, (que a final de cuentas es cierto).
Estar en silencio representa sabiduría, propone una armonía que surge desde el interior y te recuerda que el alma ya lo sabe . . . . . . . y los demás, también lo notan.